El tormento de una mujer que tiene hasta 90 orgasmos por hora

*Cara Anaya sufre un desorden sexual hasta ahora intratable

*Asegura que aunque suene placentero es una situación insoportable

*Ha tenido que dejar su trabajo y limitar su vida pública

Cara Anaya, de 30 años y natural de Arizona, Estados Unidos, sufre una rara enfermedad de desorden sexual que provoca que tenga hasta 90 orgasmos en una hora. "Desde fuera puede sonar maravilloso, pero es insoportable y vergonzoso", asegura esta mujer que ha tenido que renunciar a su trabajo y a gran parte de su vida fuera de casa tras tres años padeciendo esta enfermedad.

Hace tres años Cara Anaya, de 30 años, se encontraba en un supermercado y repentinamente comenzó a sentirse excitada por todo lo que había a su alrededor como la luz, los olores en al aire y todo lo que tocaba. Confundida, entró en pánico y se cayó al suelo, comenzando a tener orgasmos continuados. Salió a prisa del supermercado pero una vez en casa la situación no cambió hasta seis horas después, aunque la situación se ha repetido durante este tiempo. "Desde fuera puede sonar maravilloso, pero es insorpotable y vergonzoso"dice Cara.

Vive con su marido Toni Carlisi, de 34 años, y su hijo Merrick, de 10 años, decidió ir a ver a un médico para ver qué le pasaba después de que en dos horas tuviera 160 orgasmos. Los medicos le diagnosticaron el síndrome de la excitación sexual persistente, una rara enfermedad que no tiene cura. De nada sirvió todo el dinero que se gastó buscando alguna solución para su problema.

Ha tenido que dejar su trabajo como camarera y su vida pública se ha reducido a lo mínimo posible, aunque lo peor para ella es cómo vive esto su hijo. "Ha destrozado mi presencia en la vida de mi hijo porque me siento demasiado sucia como para formar parte de ella. Queremos que sea un chico normal pero a la vez él no puede tener amigos cerca por mi condición", afirma la madre.

Además de visitar a toda clase de médicos, esta chica también ha intentado cambiar hábitos de su vida, hacer dieta, duchas frías, masturbarse o hacer más ejercicio como una solución, pero nada de esto ha funcionado para ella."Está arruinando mi vida, porque te afecta a la cabeza. Tu cuerpo está en una montaña rusa, lo que afecta a tu carácter. Los días más malos solo quiero cerrar las cortinas y no levantarme nunca", dice la victima, que asegura que su único deseo es que esta situación pare.